La problemática que muestra el caso de la compañía Enron, involucra directamente el trabajo de los comités de auditoria, en el cual los profesionales de diferentes áreas como contabilidad, auditoria, incluso abogados y hasta el mismo sistema bancario perdieron su ética, dejándose llevar por la avaricia del dinero. Errores como la falta de conocimiento e inspección de los balances por parte de los inversionistas y de las mismas entidades del gobierno, la ausencia de conocimiento e interpretación por parte de ejecutivos acerca de los manejos contables y comerciales que se le daban a la compañía y la falta de legislación del mercado bursátil llevo a Enron y a sus inversionistas a la quiebra, quedando miles de personas sin empleo.
El caso Enron sobre pasa todos los principios de la ética profesional, faltando a su integridad al actuar de forma deshonesta, mostrando resultados alterados que no reflejaban la realidad económica de la empresa, faltaron a la objetividad al dictaminar estados financieros con información falsa, se actúo sin responsabilidad y lealtad con los usuarios del servicio, pero especialmente se falto a la sinceridad y a la buena fe.
El manejo del criterio de independencia del auditor fue nulo, ya que involucró sus intereses personales y económicos en todo, hasta el punto de encubrir los valores reales de la contabilidad que revelaban la verdadera situación económica de la compañía, ayudando al crecimiento del problema hasta el punto de quiebra total y que no quedase solución alguna. El quebranto el criterio de independencia, contribuyó a la caída por omitir información, por perder la objetividad que debe regir a todo Auditor.
A nivel de directivos otros valores que se comprometieron, fueron la Honestidad, la capacidad profesional, la objetividad que deben tener los miembros administrativos de una compañía, para saber tomar decisiones, los altos directivos se olvidaron del objetivo en común y primaron su intereses personales, error que lleva a discrepancia de opiniones y a los malos manejos que acaban con grandes compañías.
La empresa auditora, los bancos de inversiones y las agencias de calificación de riesgo, no dieron señales oportunas de alerta, dejando en evidencia la inadecuada capacidad de reacción de estas firmas.
La ética profesional del contador es el crecimiento de sus principios éticos en conjunto con su vida profesional. Esto significa que desde su etapa de estudiante o recién egresado empieza a ejercer, la empresa le presenta ejercicios de toma de decisión y proyectos que involucren la ética profesional. A medida de que el contador se va desarrollando, las responsabilidades de estas decisiones van aumentando y logran así un desarrollo ético profesional tanto en su desempeño como en su desarrollo técnico y de liderazgo.
Desgraciadamente, no todas las empresas promueven la ética profesional. La mayoría de los dilemas éticos en las empresas, se presenta cuando la compañía misma exige conductas no adecuadas, y deja sin opción al contador para ejercer sus valores y principios personales. El código de ética y principios éticos en general, se refieren siempre a los contadores públicos, nunca a las empresas para las cuales se labora. Siendo las organizaciones las que exigen actitudes no éticas, la mayoría de las ocasiones para beneficios económicos, amenazan la fuente de ingresos y reputación de los contadores en caso de no hacerlo, dejando sin alternativa de actuar correctamente.
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