El nivel supra organizacional es el tercer dilema ético que
plantea Joseph Badaracco, él refiere que este es uno de los niveles más
difíciles de manejar, ya que las decisiones tomadas tienen la capacidad de
afectar a muchas personas dentro y fuera del sistema organizacional, es decir,
a los grupos de interés, que se pueden beneficiar o afectar por las decisiones
de la empresa.
Las principales decisiones que tomaron
los altos ejecutivos de ENRON suponen un dilema, ya que optaron por dos
decisiones, que a su manera, eran correctas. Una era la de cumplir con su
código de ética y actuar de manera transparente a favor del crecimiento
conjunto de la empresa y sus grupos de interés. La otra decisión era, actuar en
pro de su beneficio y obtener la mayor cantidad de dinero sin medir
consecuencias. Lamentablemente, al descubrirse la verdad, las decisiones
tomadas no fueron las más favorables para la sociedad ni para la empresa,
porque todos los grupos de interés incluyendo a la empresa, se vieron
perjudicados. Las relaciones de ENRON con sus constituyentes se
debilitaron, porque no se actuó pensando en ellos y no se siguió el modelo de
red de constituyentes. Así mismo, tras la caída de ENRON, se supo que el éxito
de esta empresa se basaba en transgredir la ley, es decir, se fraguaron
resultados y cifras en colusión con las empresas auditoras, que mostraban a
ENRON como una organización en crecimiento y con números en azul, la realidad
era otra. En el nivel supra organizacional, las consecuencias de estas
decisiones fueron terribles para trabajadores y ex trabajadores de la
organización, comunidades, gobiernos, bancos, inversionistas y el
mercado internacional, en fin, toda la sociedad se vio completamente involucrada
y afectada por el denominado “mayor fraude del mundo empresarial”.
De un lado, dentro de las principales y más notables
repercusiones de ENRON en la sociedad, se da en el caso de las comunidades que
fueron privadas de la electricidad, como el estado de California, ENRON decidió
privar a las comunidades donde operaba de un recurso muy importante y necesario
para poder vivir afectando a viviendas, hospitales, escuelas, empresas
privadas, y muchos otros lugares que dependen de la electricidad para poder
desempeñar su labor, todo esto para beneficiarse ganando mucho más dinero.
Por otro lado, el principal dilema ético que afrontaron los
directivos de ENRON es la manipulación o no de los Estados Financieros (EEFF)
para mostrar cifras irreales de la verdadera situación de la empresa. ENRON
decidió hacerlo para engañar a los accionistas y ganar más dinero.
Joseph Badaracco menciona que existen tres preguntas para el
manejo de los dilemas supra organizaciones, los cuales se mencionan a
continuación:
1. ¿He hecho todo lo que he podido para asegurar mi posición y
afirmar la fortaleza de mi organización?
En definitiva, los directivos no hicieron todo lo posible para
mantener su posición de empresa modelo y de alta rentabilidad. Para conseguir
más dinero para sus bolsillos, los altos directivos de ENRON realizaron malas
prácticas manipulando los EEFF para aparentar que la organización iba mejor que
nunca en colusión con la empresa auditora. Por esta razón, nos damos
cuenta que para que esta empresa asegure su posición tuvo que engañar a sus
grupos de interés para luego perjudicarlos terriblemente. Si desde un primer
momento, ENRON hubiera actuado éticamente diciendo la verdad y actuando de
manera transparente en alineamiento con su misión y visión, tal vez todo esto
se hubiera podido prevenir.
2. ¿He hecho todo lo posible para pensar creativamente en el rol
de mi institución con respecto a la sociedad y a los constituyentes?
Definitivamente, ENRON no ha actuado pensando en la sociedad ni
en los constituyentes, ya que las acciones tomadas solo beneficiaron a algunos
directivos, a los responsables de las decisiones, y perjudicó a la mayoría de
constituyentes. A largo plazo, se supo la verdadera situación de la empresa y
los grupos de interés, como los clientes, trabajadores, accionistas, sociedad y
gobierno sufrieron las consecuencias. Así mismo, no pensó creativamente, más
bien, buscó la solución más fácil para solucionar los problemas que afrontaba,
tomando decisiones equivocadas que les costarían muy caro.
3. ¿En esta situación debo jugar al león (liderazgo inspirador,
emblemático) o al zorro (astucia y sagacidad)?
ENRON jugó el papel de zorro actuando con astucia pero para el
mal. Empleó tácticas ilegales y fraudulentas haciendo uso de la denominada contabilidad
creativa para desatar el mayor fraude empresarial. Antes de la caída, se
pensaba que ENRON actuaba como un león, ya que mantenía su posición de empresa
de éxito y súper innovadora, mantenía su posición de líder, ya que era el mayor
intermediario de gas y electricidad de los Estados Unidos.